Raqueta de squash: cómo elegir la correcta

Su peso, el tamaño de la cabeza y el equilibrio de la pala son todos criterios a tener en cuenta. Los diferentes materiales también juegan un papel y, en particular, hacen que los precios evolucionen. A continuación, se ofrecen algunos consejos para tomar la decisión correcta.

Elija una raqueta de squash con el peso adecuado para su juego

Un jugador principiante puede tener la tentación de elegir la raqueta de squash más ligera posible. Es un error. Por el contrario, las raquetas más ligeras se recomiendan para los jugadores más experimentados. Para el jugador casual, una raqueta pesada (de 151 ga más de 170 g) es fuerte y produce muy poca vibración en el antebrazo. Para los jugadores habituales que quieren progresar, una raqueta de peso medio (de 141 a 150 g) es ideal. Finalmente, para jugadores experimentados, una raqueta ligera (115 ga 140 g) ofrece una maniobrabilidad óptima y mucha comodidad.

Elija un tamiz adecuado

El tamiz coincide con el tamaño del marco de la raqueta de squash. Su área de superficie influye en la comodidad al tocar y la precisión de escritura. Para los principiantes, es interesante optar por un tamiz grande (más de 500 cm2) que resulta muy cómodo. Un colador mediano (476 cm2 a 500 cm2) aportará más potencia y nerviosismo al jugador y será más adecuado para personas más experimentadas. Finalmente, para los jugadores experimentados, una raqueta de squash con una cabeza pequeña (450 cm2 a 475 cm2) es muy nerviosa y permite que el tecnicismo del usuario se exprese.

El equilibrio de la raqueta de squash

Una raqueta de squash se puede equilibrar más o menos hacia la cabeza de la raqueta o hacia el eje, mientras que los modelos ofrecen un equilibrio intermedio. Si el saldo es más de 360, está a la cabeza y proporciona la máxima potencia. Con un equilibrio intermedio (entre 350 y 360), es la versatilidad de la pala la que se privilegia. Para los jugadores técnicos que quieran la máxima maniobrabilidad y precisión, es recomendable optar por un equilibrio en la ronda (menos de 350).

El precio de una raqueta de squash

El precio de una raqueta de squash variará según los criterios antes mencionados, pero también según los materiales con los que esté fabricada. Para un nivel de entrada destinado a un jugador principiante, una raqueta de aluminio que cuesta entre 25 euros y 40 euros es adecuada, al igual que una raqueta de grafito un poco más ligera, pero un poco más cara (45 euros a 60 euros). Para los jugadores más experimentados, puede resultar interesante optar por una raqueta de squash de nano-grafito (entre 60 euros y 80 euros). Por último, para los buenos jugadores, hay modelos con un 10% de titanio y un 90% de grafito o un 5% de magnesio y un 95% de nanografito, cuyo precio generalmente varía entre los 85 euros y los 170 euros. Todos estos artículos están disponibles en tiendas de deportes o tiendas especializadas.