Menta: plantación, cuidado y poda

Mint ofrece muchas posibilidades de uso en la cocina. Es particularmente apreciado para aromatizar un plato o aromatizar un té. Su cultivo es bastante sencillo. Elimina la necesidad de comprar menta en bolsitas, cuyos sabores desaparecen a los pocos días.

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Plantación de menta

La menta cultivada en el suelo se planta en primavera, desde principios de abril. El suelo debe ser rico en humus y húmedo. La elección de la ubicación también es importante. Elija un espacio muy luminoso, alternando entre pleno sol y sombra. Evite lugares donde el sol brille directa y continuamente, esto podría quemar la planta. También se sabe que la menta es una planta invasora. Así que recuerde dejar suficiente espacio a su alrededor o limitar su progreso. Una alternativa a esta invasión es cultivar menta en una maceta, en un balcón o terraza. En el último caso, el trasplante en una maceta más grande debe realizarse inmediatamente después de comprar la planta.

Mantenimiento de menta

Diariamente, la menta no requiere ningún mantenimiento particular, aparte del riego regular para mantener una cierta humedad en su base. Sin embargo, al cosechar, se deben tomar ciertas precauciones. Por lo tanto, se recomienda seleccionar siempre las hojas más grandes. Para recogerlos, corte todo el tallo de la hoja. De lo contrario, corre el riesgo de detener la aparición de nuevos brotes. Para un mayor sabor aromático, coseche las hojas de menta por la mañana, antes de que llegue el sol.

Tamaño de la menta

La menta se puede podar durante todo el año. Sin embargo, es preferible hacerlo en junio y durante el otoño. La poda de los pies de la planta aromática la fortalece y le da un poco más de vigor para futuros brotes. La poda también está destinada a limitar el desarrollo de la menta cuando comienza a invadir el jardín.