¿Sueñas con tener un ciruelo en tu jardín para poder degustar sus frutos en verano? Tenga en cuenta que cultivar un ciruelo no es tan complejo. Aquí están todos los consejos que le ayudarán a tener éxito.
Plantación de ciruelos
El ciruelo se planta entre finales de otoño y finales de primavera, evitando periodos de heladas. Se recomienda no esperar más de una semana entre comprar el ciruelo y plantarlo en el suelo. El árbol frutal no muestra ninguna preferencia real en cuanto a la elección de su exposición o el tipo de suelo. Para instalarlo en su jardín, cava un agujero de unos 50 cm de profundidad y 80 cm de diámetro. Coloque en el fondo de este hoyo una mezcla de tierra para macetas o abono adecuado que cubrirá ligeramente con tierra. Luego coloque su ciruelo en el hoyo y llénelo con la tierra. Para asegurar la polinización del árbol, y por lo tanto esperar obtener ciruelas al final del tercer o cuarto año, es recomendable plantar al menos dos ciruelos.
Mantenimiento del ciruelo
El ciruelo es un árbol frutal resistente capaz de soportar temperaturas negativas. Por tanto, no conviene taparlo en invierno. Por otro lado, es sensible a enfermedades y al ataque de insectos como los pulgones. Inmediatamente después de la floración, se puede aplicar un tratamiento preventivo contra las enfermedades de las ciruelas y contra estos insectos. A partir del segundo año, un suministro de fertilizante para árboles frutales en primavera promoverá un mejor crecimiento del ciruelo.
Poda de ciruela
El ciruelo se poda una vez al año, preferiblemente a finales de verano o en otoño. El primer tamaño es muy importante. Esto es para equilibrar el porte del árbol frutal quitando las ramitas que se cruzan. En los años siguientes, un tamaño de fructificación es suficiente. Deshazte del ciruelo de sus ramas muertas y reduce la longitud de las otras ramas.