Inseparable de cualquier instalación eléctrica, el contador de electricidad permite a los proveedores de electricidad facturar el consumo eléctrico de un hogar. Aquí está la información principal que debe conocer sobre esta pequeña caja, cuyos números siempre son sinónimos de facturas a pagar.
Todo sobre el medidor eléctrico
Aparecido a finales del siglo XIX, el contador eléctrico acompañó el nacimiento de la distribución eléctrica. Los primeros modelos electromecánicos son reconocibles por su disco que gira según el consumo de energía. Luego, los contadores electrónicos reemplazaron gradualmente estos primeros modelos. Tienen una mayor sensibilidad a las sobrecorrientes y sobretensiones, y permiten una visualización del consumo eléctrico mecánico o digital (LCD). Hoy en día, cualquier nueva instalación de un contador de electricidad ofrece una pantalla digital (LCD), que tiene la principal ventaja de poder revelar mucha información como tarifas, voltaje eléctrico, etc.
¿Para qué sirve un contador eléctrico?
Ya sea asociado a una vivienda familiar, un local comercial o una nave industrial, el contador de luz se utiliza en todos los casos para cuantificar la electricidad consumida en este lugar, con el fin de facturarla. Aunque el Joule es el de uso legal, la unidad de energía eléctrica se expresa más comúnmente en kilovatios-hora, simbolizada como kWh. El precio de la electricidad es variable y corresponde a un código de colores según se trate de consumo residencial (contadores azules), industrial o profesional (tarifas verdes y amarillas).
Consejo: en caso de avería, los servicios del proveedor o distribuidor de energía eléctrica proporcionan gratuitamente la sustitución de un contador eléctrico.