Convertidor catalítico de escape: ¿para qué sirve, para qué averías?

El catalizador de escape o convertidor catalítico juega un papel importante en el sistema de escape de un automóvil. Tiene como objetivo minimizar la contaminación para respetar mejor el medio ambiente mediante la reducción de los gases de escape.

Resumen
  • Función de catalizador de escape
  • Catalizador de escape: ¿cuándo cambiarlo?
  • Fallo del catalizador de escape

El catalizador de escape también se conoce comúnmente como convertidor catalítico. Sin embargo, no debe confundirse con el silenciador, incluso si de hecho es parte del sistema de escape y es esencial en el proceso de descontaminación del motor. El catalizador de escape también está sujeto a cierto desgaste y debe cambiarse durante la vida útil del vehículo. ¿Cuándo, cómo, para qué sirve esta habitación? Todas las respuestas están en nuestro archivo.

Catalizador de escape: ¿qué papel?

Puede pesar hasta diez kilos, el catalizador de escape es un componente del sistema de escape que consta de una carcasa de acero inoxidable y un núcleo de cerámica (también llamado panal) impregnado con metales preciosos. como platino o rodio. La función principal del catalizador de escape es reducir la contaminación del aire reduciendo o destruyendo los gases contaminantes mediante un sistema de catálisis.Para un motor diesel, el catalizador de escape convierte el monóxido de carbono y los hidrocarburos en dióxido de carbono y agua (está cada vez más conectado a un filtro de partículas DPF). Por otro lado, para un motor de gasolina, el catalizador simplemente transforma el monóxido de carbono y el dióxido de nitrógeno en una sustancia no contaminante. El catalizador es eficiente a altas temperaturas, por eso se coloca muy cerca del motor para que se caliente rápidamente y alcance una buena temperatura de funcionamiento.

Catalizador de escape: ¿cuándo cambiarlo?

El catalizador debe cambiarse cada 100.000 a 120.000 kilómetros aproximadamente, so pena de terminar con un componente defectuoso que ya no cumple con las normas vigentes. De hecho, un vehículo con un catalizador de escape en mal estado puede afectar negativamente a la calidad del aire debido a un nivel excesivamente alto de contaminación. Un muy buen mantenimiento del motor permite que el catalizador prolongue su vida algunos kilómetros más, pero debe cambiarse automáticamente cada 120.000 kilómetros como máximo.

Fallo del catalizador de escape

Un humo extraño proveniente del escape o un ruido metálico proveniente del sistema de escape son los primeros signos de un catalizador defectuoso. Las fugas de escape también dañan el convertidor catalítico. Si el componente se obstruyera, las consecuencias podrían incluso ser graves para el vehículo, ya que el motor podría resultar dañado. Por lo tanto, el catalizador de escape es una parte importante a tener en cuenta. Una visita a un banco de contaminación con un especialista permite comprobar su estado de funcionamiento. Este examen también forma parte de los controles que se realizan durante la inspección técnica cada dos años a partir de los cuatro años de vida del vehículo.